En la sociedad en general se asocia tomar chocolate o helado, en definitiva cualquier cosa dulce, como el mejor antidepresivo o por lo menos un trampolín para poder alejarnos de la emoción de la tristeza. Es verdad que hoy en día también hay otra tendencia, los antidepresivos. Lo siento Platón, no has conseguido desbancar al Prozac y eso que Freud ya nos lo avisó…
(“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas” Sigmund Freud.)
Pero este post no va a criticar al abusivo consumo de los medicamentos en general y las recomendaciones excesivas y locas que se hacen para poder acallar nuestras defensas psíquicas. Vayamos a pensar y hablar sobre qué le pasa al autoestima con los likes, el dulce y emociones, pero si te interesa te recomiendo que leas a José María Álvarez o a su compañero de aventuras, psiquiatra por cierto, Fernando Colina.
¿La neurociencia tiene algo que contarnos?
Espero que tu respuesta haya sido un sí rotundo, claro y sonoro. Seguro que has escuchado que el consumo de alimentos dulces producen endorfinas y es verdad, pero la neurociencia nos recuerda que la endorfina no es la hormona de la felicidad, sino del placer. Esto es importante, ya que el placer es adictivo y muy perecedero. Lo importante es la serotonina, que tarda más en hacer efecto, pero es más importante e interesante. Entonces lo más importante es poder encontrar experiencias que te generen serotonina, como puede ser el contacto físico o el amor. Curioso, ¿no?
El dulce
Consumir algo dulce en un momento duro de tu vida puede resultarte interesante para poder tomar un poco de aire y respirar. Sin embargo, es necesario que entiendas que esa sensación será temporal y que tampoco va a ser definitivo.
Mucho más saludable es poder acudir a dónde tu pareja, amistades, familiares, etc.; y poder expresar te como mejor sepas y sentirte acompañada o acompañado. Este hecho «tan sencillo» es la base de la psicoterapia.
En caso de que sigas optando por tomar algo dulce, no te recomiendo el famoso chocolate. Además de la gran cantidad de grasas y el azúcar, no te va a resultar tan útil. Te recomiendo tomar alguna fruta dulce, por una parte porque tiene menos azúcar y porque el refinamiento del mismo es mucho más dañino que el natural.
(En resumen, te recomiendo evitar este tipo de opciones).
La nueva mirada
Las pantallas
Es bien sabido que las pantallas tienen un gran potencial para desarrollar adicciones e incluso interferir en nuestro propio estado de ánimo. Es verdad que la neurociencia explica que es porque aumenta el llamado circuito de la recompensa, que es estimulado a la hora de consumir. Sin embargo, lo que yo escucho en la consulta a personas jóvenes y no tan jóvenes es que el like o me gusta, número de interacciones es el elemento fundamental y lo que de verdad les motiva para estar viendo la pantalla.
No hablo de las personas que te dicen «se me pasan las horas en tik tok sin yo darme cuenta», sino de aquellas que suben fotos, vídeos, comentarios, etc.; y en caso de no obtener cierto grado de reconocimiento personal borran lo subido para no dejar evidencia.
Antes podíamos encontrar la dulzura en una llamada de teléfono, en un gesto, etc.; pero ahora obtenemos ese amor con un sonidito y vamos con una sed voraz a recibir nuestra gota de amor. Antes decía que las endorfinas generadas por el dulce no eran la base de la felicidad, pero por lo menos podemos compartir dicha experiencia con otra persona, en cambio, beber de los corazones que nos dan, es individual.
(Una paradoja bien sabida de este siglo es que nunca hemos estado tan conectados y tan desconectados a la vez).
Además de lo individual que es el like, el ser humano no se ha vuelto idiota de repente y sabemos que detrás de ese «Me gusta» puede haber una persona, los famosos bots…; mas podemos no tener ni idea de quién y es. Esto no es una tontería, si un desconocido te felicita de manera espontánea no tiene el mismo efecto que si nos lo dice una persona allegada.
En resumen, si te preocupa tu autoestima intenta rodearte de personas que te miren con amor y a la vez, hacer la reflexión de por qué no eres capaz de encontrar amor en las miradas que tienes actualmente. En caso de que la respuesta sea, «Pues mira Paul, no tengo ninguna mirada a mi alrededor», te animo a que dediques mucho más tiempo a empaparte de otras miradas y no tanto de los corazones.
¿Qué puedo leer?
Si te ha interesado esta diferencia entre los beneficios que otorga lo dulce, el contacto social e Instagram te voy a dejar algunos libros que te pueden ayudar a ahondar más en esta temática y también orientar tus próximas lecturas.
Seguramente te sonará el libro, hice la reseña hace un tiempo ya, y la verdad es que me encantó el libro. Muy cercano y dinámico. Los términos concretos, que son pocos, están muy bien explicados. Lo recomiendo mucho a aquellas personas que crean que el amor sólo es emoción o totalmente irracional. Es verdad, que la autora lo plantea como que la biología tiene las respuestas a todas las preguntas, pero esto es algo que pecamos todas las personas en nuestros campos. ¿Te interesa comprarlo?, así apoyas al blog😁.
Esta obra es uno de los clásicos de Sigmund Freud, pero que ha envejecido tan bien que muchos de los síntomas que el padre del psicoanálisis observó siguen siendo vigentes. En este caso, el médico austríaco analiza ciertos síntomas y prácticas sociales que seguramente te ayudarán a poder reorientar tu relación con las redes sociales. ¿Nos vamos de compras?
Todavía no lo he leído, pero he de reconocer que el título y el subtítulo me han fascinado. No lo he comprado aún, porque tengo una montaña de libros todavía pendientes y hay que ser honesto con uno mismo. Seguramente tú serás más responsable que yo y no tendrás tantos pendientes, por lo que si te apetece apoyar el blog, ¡luego me puedes dar envidia en los comentarios contándome la maravilla que es!