Tengo daño cerebral ¿el baile puede ayudarme?

daño cerebral

Cuando pensamos en bailar seguramente nos imaginemos una música y dando grandes saltos o pasos terriblemente bellos. Sin embargo, el regalazo de la famosa editorial Gedisa nos va a demostrar que esto no es así. Incluso si tienes daño cerebral y tu lesión neurológica te impide moverte de la cama o de una silla de ruedas puedes beneficiarte de este arte. Si tienes la suerte de no encontrarte en esta situación, bailar también tendrá grandes beneficios para tu organismo. Estamos hablando del libro !Haz bailar a tu cerebro! Como siempre, veremos sus puntos más fuertes y débiles

Aspectos positivos…

El libro nos habla de neurociencias de una manera bastante sencilla, todavía más que António Dámasio. Por lo que no te preocupes si cada vez que has leído algo sobre el cerebro sientes que no entiendes nada este libro puede ser un buen principio.

Da igual que no tengas ni idea de cómo bailar o vivas de este arte. La autora nos va a dar varios consejos sobre cómo podemos movernos para obtener los beneficios mínimos del baile. A su vez, en cada capítulo nos mostrará un breve recuadro en el que nos enseñará unos pasos básicos, con un link a un vídeo explicativo.

Si te dedicas al mundo del baile o tienes daño cerebral este libro puede interesarte mucho. En la primera opción para poder explorar un mundo distinto de tu arte, la vía terapéutica. Si te encuentras en la segunda, verás como solamente por ver a personas bailar e imaginar en tu mente pudiendo hacer esos ejercicios tu calidad de vida mejorará. Tanto a nivel cerebral como a nivel emocional

Aspectos negativos…

En un intento de hacer una gran labor divulgativa, la autora presenta muchas investigaciones con conclusiones muy cerradas. Como ya dijimos hace tiempo, hay que tener cuidado con las noticias científicas también. Hay muchas conclusiones que ella da por supuesto, que es conveniente seguir investigando y sobretodo revisar más escritos.

La autora alaba las grandes virtudes del baile no solo a nivel del cerebro, sino también para parejas, grupos de trabajo, etc. Es decir, que el baile sirve un poco para todo. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, ya avisaba de que había que huir del furor curandis, del ansia de curar. En este caso, es importante recordar que no hay nada en este mundo que sane o que sirva para ayudar en todos los aspectos de nuestro ser, puedes aprender más sobre esto en este libro.

Es importante recordar que la misma autora, aunque luego parece que se le olvida, al inicio de la obra nos avisa de que hay pocas investigaciones hechas en relación a los beneficios del baile en el cerebro. Esto significa que los resultados que se nos presentan tienen que ser cogidos con cuidado. Lo hemos vivido con la pandemia, cuantas más investigaciones haya con mayor seguridad podemos caminar.

Valoración final…

Si estás pensando en cómo ayudar a tener una mayor salud cerebral este libro puede ser tu aliado y tu primer guía. Da igual si tienes alguna lesión cerebral o si tienes sobrepeso o sea cual sea tu situación personal puedes bailar y obtener los beneficios de hacerlo.

Es verdad que si te animas a comprar este libro, ten cuidado con las evidencias científicas que presenta. Hay que recordar la importancia de no confundir causalidad con relación y también ser conscientes que por qué un experimento diga una cosa, esto no significa que sea así.

Lo que más he echado de menos en este libro es que no hay espacio para la subjetividad. El baile como cualquier arte, depende mucho de quién lo ejecuta, lo explica, hace, etc.; pero en esta obra todos esos matices se pierden. Presenta numerosas generalizaciones, lo que deja muy poco espacio para lo particular.

En cualquier caso, si tienes interés en cómo puedes frenar un poco al daño cerebral, tener un envejecimiento activo o simplemente ayudar a tu cerebro, este libro te dará bastantes claves.

¿A qué esperas a adquirirlo?

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