Mi único sí es un regalazo de Bibiana Ripol en el que Ana Cardau nos ofrece una visión muy innovadora sobre su proceso oncológico. Un cáncer siempre es una noticia muy complicada de gestionar y más cuando se podría haber diagnosticado antes e intervenido sin que desarrollase tantos problemas.
Este libro por suerte no intenta banalizar lo duro que tiene ser un cáncer de mama, es único es verdad y cada persona lo tramitará como buenamente pueda, mas en todos los casos es doloroso.
Aspectos positivos…
El libro es muy ameno y fácil de leer. Se basa en un diario que la propia autora fue escribiendo durante su proceso y el libro es un compendio de algunos de esos capítulos. El título no es casualidad, sus únicos síes hace referencia a que al final de cada capítulo la autora ofrece un listado de afirmaciones que ella ha aprendido.
Me ha gustado mucho el hecho de que se reafirma en el hecho de que ni todo es bonito ni todo es horrible, es decir, que hay grises. Lo que más me interesa es que me ha recordado al increíble libro, La felicidad tóxica. La autora ni dramatiza ni tampoco se baña en exceso en el discurso de la psicología positiva.
El libro consigue traducir técnicas y líneas de pensamiento de la corriente cognitivo conductual de una forma sencilla y adaptada a cualquier persona. La mayor parte del libro se basa en la teoría de Daniel Kahneman sobre los sesgos cognitivos.
Aspectos negativos…
El libro se vuelve bastante repetitivo, ya que la autora una y otra vez hace referencia a la importancia de intentar ver ambas partes de las cosas, de no dejarse vencer por el desánimo, etc. A pesar de que no es un libro de autoayuda, tiene bastantes toques que sí que lo recuerdan.
El aspecto negativo de la rama cognitivo conductual es que te deja preguntas abiertas y ambiguas, como por ejemplo «¿Cuáles son tus valores?» y a ver si coinciden con tus preocupaciones. Si no coinciden tienes que replantearte tu vida, etc. Esta es una fórmula que ni atiende a las particularidades y que si le mueve algo a la persona no hay nadie que pueda recoger a esa persona.
Unido al anterior comentario, es importante recordar el título del libro, Mi único sí. Es decir, que esas verdades son sólo aplicables a la autora. No son preguntas que engendren más reflexión o que nos ayuden a aumentar nuestro ser único.
Por último, me da pena el hecho de que diga que el victimismo no es una buena opción. En este caso, todo el mundo estaríamos de acuerdo en que ella es una víctima. Evidentemente no se puede regodear en su victimismo, pero si se niegan esos sentimientos a parte de de tener una incoherencia entre mente y cuerpo también nos arriesgamos a que nuestro cuerpo nos hable por otro lado.
Valoración final…
El libro está bien si te interesa conocer cómo poder salir de una manera resiliente de una situación tan complicada como un cáncer. La autora nos demuestra que se puede salir adelante hasta de los momentos más duros.
Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que ser único tiene dos facetas. Una en la que nos tenemos que cuidar a nosotros mismos y por otra parte, que fórmulas generales no son aplicables al 100%. Te pueden resultar útil de manera temporal, pero en el fondo no cambiará nada.
Esta obra pertenece a la colección Serendipity, lo cual significa que tiene una base, de eso no hay duda. Sin embargo, no creo que sea la mejor obra para poder encontrar recursos para mejorar nuestro bienestar.
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