El niño agresivo, mucho más que un cuento

agresivo

Hoy os traigo un nuevo regalazo de Ediciones Pirámide que nos va a acercar a cómo poder gestionar a un «niño/a agresivo». Los cuentos siempre han estado cerca de la humanidad no hay más que recordar el legado de los hermanos Grimm, que han sido tan importante en la sociedad que incluso se han analizado desde el psicoanálisis.

Lo interesante de este recurso es que como todos los cuentos es que nos permiten acercarnos a un  tema complicado, como puede ser la agresividad de nuestras hijas e hijos de una manera didáctica y perder el miedo a cuando nuestro hijo se muestra enfadado.

Aspectos positivos…

Es un recurso muy sencillo para poder saber gestionar a aquellas niñas o niños agresivos, que es muy habitual tener en cualquier familia. Lo que más me interesa de este recurso es la importancia que le dan a la prevención de dichas conductas. Sin lugar a dudas, es un enfoque muy interesante que tiene la psicología cognitivo conductual, esto va a permitir que tengamos una mejor salud mental a nivel de sociedad.

Es intergeracional, por lo que el mismo psicocuento sirve para leerlo a la vez entre las figuras adultas y las infantiles. A su vez, te va dar herramientas para poder explicarle a tu hija cómo entiendes tú la agresividad, por qué no te gusta que la muestre de esas formas, etc.

Cuenta con una guía sencilla para poder detectar las variables que pueden disparar los comportamientos que queremos cambiar. Lo bueno es que no necesitamos haber estudiado psicología ni tampoco contar con grandes habilidades de observación. Solamente estar mínimamente atentos a que le rodea a nuestra hija o hijo. En caso de que la hayas rellenado y quieras seguir usándola, es muy sencillo poder hacerlo en algún programa de edición de texto. 

Aspectos negativos…

He echado de menos que deje más claro la importancia de que el niño pueda expresar cómo está sintiéndose en su estado agresivo. Es importantísimo que la persona pueda describir qué le ha sucedido, que le ponga palabras a esa situación que tanto le está doliendo.

No deja lo suficientemente claro, en mi opinión, que es imprescindible decir algo parecido a «Está bien que te enfades, pero no puedes mostrarlo gritando, pegando, etc.» Lo que hay que invalidar son las conductas no la emoción. El introyecto a desarrollar es no puedes gritar, golpear…, si no se pone este matiz lo que haces es decir que si se enfada es malo. Fritz Perls lo dejó muy claro en su primera obra, Yo, hambre y agresión, necesitamos de esta característica para poder seguir viviendo.

Creo que sería interesante dar más pautas a cómo atender a las sensaciones corporales del niño o la niña cuando está en un estado agresivo. Es importante dar claves que le ayuden a poder avisar en caso de que la agresividad sea muy grande o incontrolable. Unos gestos varios pueden ser que se fije en su boca, en sus puños, tensión corporal, etc.

¿A quién le conviene leerlo?

A cualquier persona que tenga cierto interés en la psicología infantil, que esté preocupada por la agresividad de sus hijos o que vaya a ser madre o padre y quiera tener algunos recursos antes de que nazca el vástago. Es importante, tener en cuenta que este libro no sustituye ni a tu buen juicio y tampoco lo que conoces a tu hija o hijo. Ese conocimiento es importantísimo para poder saber cómo guiar la vida de tu hijo e hija.

Valoración final…

Es un libro muy interesante para poder ayudar a los momentos agresivos que seguramente vayan a tener durante toda su vida. Lo más importante es poder sembrar conductas preventivas, como comunicación asertiva, técnicas de apego seguro, etc.

Es verdad que no hace mucho hincapié en que pueda expresar su vivencia del evento, pero lo deja entrever. La guía con la que cuenta es muy fácil de hacer en casa  y poder ampliarla en caso de ser necesario a la vez que te resultará un muy buen apoyo para entender mejor el mundo emocional del menor.

Si te interesa adquirirlo, puedes hacerlo aquí.

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