Hoy vamos a hablar de un experimento un tanto controvertido, pero que fue muy famoso, como la cárcel de Standford, a pesar de arrojar información muy útil, este tipo de experimentos suelen estar a punto de salirse de la línea de la ética. .
El experimento de Milgram, en honor al investigador Stanley Milgram, quería estudiar hasta que punto la autoridad de una persona podía supeditar a los propios valores de una persona.
El experimento era tal que así, el participante tenía un interruptor y estaba junto a un investigador y al otro lado había un actor, aunque el participante no lo sabía. El investigador hacía una pregunta al participante y si éste respondía bien no pasaba nada, pero cuando respondía mal entonces el participante pulsaba un interruptor y creía que el actor recibía una descarga eléctrica. Cuando la persona no quería seguir el investigador le decía «continúe por favor» o «el experimento no puede seguir sin usted».
Quizás esta explicación sea un poco farragosa, pero algunas veces una imagen vale más que mil palabras, o una sucesión de ellas a gran velocidad, es decir, un vídeo.
Los resultados fueron un tanto terroríficos, puesto que más del 60% de los y las participantes dieron descargas de más de 400 voltios, cuando a los 300 el actor no daba señales de vida.
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